La afición por la lectura tiene
mucho que ver con los libros que te encuentras en el camino para leer y con tu
estado anímico y personal, así como tu predisposición a leer. Si ésta ultima
falla, es necesario encontrarse con un libro realmente potente. Y esto es lo
que me ha ocurrido a mí, y no con un libro sino con dos.
La primera referencia es
atractiva por las dudas que genera su autor/a, (de ahí el nombre de esta
entrada), ya que Carmen Mola es un seudónimo, bajo el cual se esconde un
escritor/a que realmente me ha encantado. Sus dos únicas novelas (hasta ahora,
y al menos publicadas con este nombre): La
novia gitana y La red púrpura,
deben de leerse como un pack, ya que el final de la primera te introduce
inmediatamente en la segunda. Y así lo hice yo.
Comenzando por la primera, La novia gitana es una novela de ritmo ágil, que avanza sin
necesidad de florituras, que va acelerando el ritmo, enganchando al lector, y
concienciando sin que se note. Leí en algún sitio que esta autora es capaz de
contar la dureza sin hacer saña…y es cierto. Los crímenes que relata son
brutales, pero consiguen que no cerremos el libro y continuemos leyendo. Y
ello, a mi entender es por su manera de escribir: sutil, pese a la atrocidad de
lo que cuenta. En consecuencia, es una novela con un ritmo trepidante que
mantiene el interés en una subtrama que llega a su éxtasis al final de la misma,
convirtiéndose en el punto principal y que abre el camino a una segunda parte.
Si su primer libro fue un
descenso al infierno, con La red púrpura,
se llega a ese lugar de pesadilla. Los ingredientes que se insinuaban en la
primera parte crean la oscura y desgarradora historia que llega con su segundo
libro. Volvemos a ser testigos de una narración sin concesiones, dura en sus
aspectos descriptivos y, sobre todo, majestuosa en el desarrollo de principio a
fin de una trama que mezcla los miedos personales con el morbo que predomina
hoy en las redes sociales, donde no hay límite para la barbarie publicada ni
para nuestro anhelo de saciarnos con las imágenes más sádicas, tropezando con personas
sin escrúpulos y acciones inmorales sin límite ético alguno. Se trata de una lectura
que despierta muchas intrigas y desentraña un tipo de crimen poco explotado en
este tipo de novelas, logrando sacar a flote la más profunda oscuridad del ser
humano.
No dejéis de leerlas (yo no pude parar), si os gusta
la buena novela negra.