Este mes os recomendábamos la lectura de “La Luz que no puedes ver", de Anthony Doerr. Una novela que ha recibido el reconocido Premio Pulitzer de Ficción del 2015. Bajo el escenario de la Segunda Guerra Mundial, esta obra nos
relata la historia en paralelo de dos
jóvenes de bandos opuestos, Marie-Laure y Werner, que acaban confluyendo por
los caprichos del destino.
En agosto de 1944, la ciudad
amurallada de Saint-Malo, en la Bretaña francesa, es atacada por las tropas
americanas meses después de que hubiese sido tomada por el ejército alemán. Es allí
donde vive Marie-Laure, una chica de 16 años ciega que llega con su padre
huyendo del ataque que sufre la capital francesa. Previo a su huida, el padre
de Marie-Laure recibe como encargo custodiar una de las joyas más preciadas del
Museo de Historia Natural de París, en el que trabajaba como cerrajero.
Saint Malo
Justo en esas fechas un muchacho
alemán de 18 años llamado Werner se encuentra inmerso en los bombardeos a Saint-Malo.
Werner es un muchacho huérfano nacido en un pequeño pueblo minero de Alemania,
que tiene un talento especial para la mecánica, y en especial para la
fabricación y reparación de aparatos de radio. Esta cualidad le lleva a afiliarse
a las Juventudes Hitlerianas, con las
que recorrerá toda Europa en plena Segunda Guerra Mundial.
Así pues, son dos personajes
antagónicos a primera vista que comparten una inocencia y carisma únicos. Dos víctimas
de su tiempo a las que el destino empuja y hace coincidir.
En mi opinión, se trata de una historia
que rebosa sensibilidad y emociones, en un contexto duro y amargo.
Afortunadamente, la Segunda Guerra Mundial no es la protagonista de la novela y
ello te permite saborear las crónicas y sentimientos de los protagonistas. No obstante, debo confesar que a
pesar de que está escrita con un lenguaje exquisito y conmovedor, su acción se
desarrolla lentamente, por lo que en muchos capítulos su lectura resulta tediosa. Además, utiliza como giro
literario la narración de la historia en diferentes momentos del tiempo, lo que
exige concentración por parte del lector
y una dosis de paciencia para que la novela retome la historia en el punto al
que había llegado.
En definitiva, desde mi punto de
vista se trata de un libro muy bien escrito, de una sensibilidad abrumadora, histórica
sin abrumar y con cierta dosis de misterio; pero de lectura lenta y algo enmarañada.
Aun así, mejor la leéis y opináis vosotros
mismos.
Estoy de acuerdo contigo, Amparo, es un poco lento y cambiante de fechas arriba y abajo, quizás el que los capítulos sean cortos lo hace un poco más ameno. A mi me ha gustado
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