Fue en “Las lágrimas de Hemingway” donde conocí a Lola MacHor, una abogada pelirroja y decidida, con la que simpaticé de inmediato. Nuestra “amistad” fue creciendo, a intervalos temporales, a lo largo de los años. Cuanto más la conocía más me gustaba su valentía, ese eterno compaginar el trabajo con la familia, su lucha impenitente con la báscula, pero, sobre todo, su actitud comprometida con aquellos a quienes quería y con lo que creía que era lo justo y lo correcto.
A estas alturas ya os habréis dado cuenta que “Las lágrimas de Hemingway” no es un local de moda, sino un libro y que Lola MacHor es su personaje principal.
Reyes Calderón, su creadora, dice en su web oficial. “Lola MacHor, el padre Chocarro, Iturri y Jaime o el doctor Wilson no pagan impuestos ni tienen DNI, pero son tan parte de mi vida como mis compañeros de despacho, mis alumnos o mis colegas de la CPEN”.
A Lola le perdí la pista hace unos años, exactamente en 2012, con “La venganza del asesino par”, y con ella a Iturri, inspector de policía y amigo de Lola. Ambos me han hecho disfrutar horas maravillosas dejando que me asomara a sus vidas y a sus aventuras.
Hace un par de meses volvimos a encontrarnos. Lola seguía fantástica, como es ella, en estado puro, toda una jueza de la sala de lo Penal del Tribunal Supremo, rotunda, valiente y testaruda que no dudará en hacer todo lo posible y hasta lo que parece casi imposible, por su amigo Juan Iturri en “Dispara a la luna”.
En esta novela, premio Azorín 2016, Lola recibe un insólito SMS de Juan Iturri, inspector de la Interpol en Lyon, y su instinto le asegura que su amigo está en peligro. A la vez, en Presidencia del Gobierno, se recibe una carta con el sello de la Organización, en la que se reivindica el secuestro de Iturri. Villegas, el mayor experto antiterrorista español en suelo francés, es el encargado del caso.
Si queréis conocer a mi amiga Lola, leed “Dispara a la luna”, os va a encantar. A mí me gusta desde que la conocí en los Sanfermines de Pamplona allá por el año 2005.
Mejor no se puede expresar, completamente de acuerdo en todo contigo, yo estoy ahora con el y en cualquier ratito tengo el libro en las manos y deseando acabar de leerlo para poner a Itirri a salvo. Muy bien Carmen, me encanta la reseña
ResponderEliminarUna presentación muy ocurrente de presentar a tu amiga Carmen.Genial!
ResponderEliminarYo también coincido contigo en esa amistad con Lola (porqué para nosotras es simplemente Lola, sin apellido). Es tan anti-héroe y tan heroína a la vez, que estaba deseando leer una nueva historia. Y en Dispara a la luna, es ella el centro. Me ha gustado mucho aunque espero que en la próxima entrega recuperemos más la presencia de Iturri
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