Existe ya una reseña sobre la Trilogía del Baztán .
..no puedo estar más de acuerdo con todo lo que Amparo M. resalta en la misma. Quisiera pararme en el segundo libro de la trilogía “El legado en
los huesos”. ..entre otras cosas porque es el que acabo de leer. Y estoy
queriendo empezar el tercero…porque es cierto que vives una auténtica inmersión
en el Valle de Baztán. Dolores Redondo, en mi opinión, ha elaborado “una pócima
con todos los ingredientes” …todos , absolutamente todos ,en constante
contradicción“ capaces de atrapar la atención del lect@r desde el minuto uno. En la figura de Amaia Salazar hay un cúmulo de elementos contrarios y encontrados que encajan como las piezas de un puzle. Su
pasado está presente de forma caprichosa y antinatural. Se mezcla la mitología con la religión, lo esotérico,
lo inexplicable con la objetividad, la
investigación científica, lo racional con lo irracional los formalismos propios
de su puesto y responsabilidad, la metodología,
la rigurosidad con el descontrol, el desequilibrio, los miedos e inseguridades
…provocado por los personajes , las circunstancias… y como no podía ser de otra
manera …también por ella misma. Entra en
juego la desconfianza con los cercanos
en contraposición con la familiaridad depositada en los colaboradores, colegas,
familiares lejanos.. Todo es pura contradicción…las historias muestran los escenarios más bellos que esconden, entierran
las vivencias y los hechos más escabrosos que uno pudiera imaginar. Lo oculto
acaba emergiendo, manifestándose sin palabras. Es ella, “la jefa”, la que controla los tiempos en un ambiente
marcadamente por los hombres. Sufre con desgarro la frustración, la culpabilidad
que siente al no poder ejercer su merecido papel de madre como hubiera sido
justo y natural. No hay tregua para la conciliación entre su vida privada, los acontecimientos familiares y las deshoras. Los viajes inesperados, la
falta de rutina, la eternas jornadas laborales provocan un alejamiento familiar
no pretendido saliendo a su encuentro personajes, emociones,
sentimientos desestabilizadores de su “yo” más íntimo y privado…..
…No he podido resistir la
tentación de reproducir textualmente la descripción que hace Dolores del
olfato..” No hay memoria tan precisa, tan
vivida, y evocadora como la que se recupera a través del olfato, y va tan unida
a las sensaciones que se experimentaron junto al olor, que es sobrecogedor lo
que se llega a recordar, incitada la mente por unas pocas notas de aroma”…”las
memorias sobreviven porque los axones de las neuronas olfativas siempre van al
mismo lugar, al mismo archivo para guardar el mismo olor”….
¡Qué razón tienes! Ahora bien de todo lo que has contado (que no te has dejado ningun detalle de las sensaciones que produce el libro), quizás me quedo como tú en la referencia a los olores. Mi madre era navarra, y de pequeña nos compraba unos mantecados muy típicos que se llamaban Mantecados Salinas (no sé si siguen existiendo) que iban en una lata amarilla y al leer el libro, recordaba el olor de esos mantecados y de las tortas de Txantxigorri...
ResponderEliminarMuy bien Maribel, mejor imposible
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, tu comentario del libro.
ResponderEliminarFenomenal