He de reconocer que cuando empecé a leer “La puerta
del Cielo” de Reyes Calderón, pensaba que era su nueva novela de la saga
policiaca de la Juez Lola MacHor (que me encanta) y lo primero que sufrí fue
una desilusión.
Me encontré con una novela, que al principio resulta
un poco lenta, acorde con la personalidad de su protagonista: Gerardo Vilela,
profesor de Lengua y Literatura en un Instituto en Lugo que se traslada a
Madrid con una beca para ampliar conocimientos; Gerardo llega a la capital
dispuesto a reactivar una vida que hasta ese momento había sido pacífica, sin
grandes sobresaltos, pero a la que aspiraba dar un nuevo impulso. Pronto se
enamorará de la capital y su deseo de cambio se verá cumplido cuando alquile un
ático en el barrio de Salamanca, un lugar que esconde un apasionante y
peligroso secreto. En ese lugar desapareció el astro-físico Lalo Múgica junto a
su ayudante americana, justo antes de decirle a una de sus vecinas que había
encontrado la clave para abrir la puerta del cielo.
Gerardo encuentra una libreta que perteneció a la
ayudante del astro-físico y experto en agujeros de gusano. En ella encuentra el
relato de una fascinante investigación relacionada con un acta de Poncio
Pilatos en el que relata los extraños sucesos que coincidieron con la
crucifixión de Jesús de Nazaret…y ya no cuento más.
Siguiendo las claves escritas en la libreta y con la
ayuda de un sacerdote exorcista vasco y su ayudante, Gerardo se adentra en una
intriga que mezcla historia, ciencia y religión, y en la que se mezclará con
médiums, meigas y demonios. Una carrera por descubrir qué hay más allá del
mundo que vemos y en la que el protagonista se verá en medio de una batalla
entre el bien y el mal.
Pero he de reconocer que al final y a mi parecer, se trata de una gran novela, sorprendente y novedosa, que nos plantea el
eterno dilema: ¿existen el cielo y el infierno? Aunque creo que no se trata tanto del cielo, sino de la curiosidad que tenemos ante lo
que puede haber detrás de esa puerta. Reyes Calderón plantea un apasionante
juego de verdades y mentiras que nos pondrá ante situaciones que han preocupado
siempre a la humanidad: ¿Existen el cielo y el infierno? ¿Y el demonio? ¿Qué
habrá en el otro lado?, pero todo ello, sin que la historia sea ni
estrictamente religiosa, ni estrictamente científica.
He de reconocer que he disfrutado mucho leyéndola porque
me ha permitido entrar en un mundo diferente.
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